lunes, 11 de octubre de 2010

Literatura oral de los municipios mayanses

En los municipios de la etnia poqomam, a pesar de las transformaciones violentas a que han sido sometidas, por la cercanía de la ciudad y de haber sido convertidos en pueblos-dormitorios, las tradiciones orales se niegan a morir. Así los Ajq'ij poqomames de Chinautla cuentan que en los tiempos antiguos todo era perdición entre los hombres, por lo que Dios mandó una gran lluvia que destruyó todo; solo dejó dos niños, un hombre y una mujer y los colocó en una caja; cuando las aguas bajaron, la caja se detuvo en donde ahora es Chinautla. Dios bajó entonces e hizo ahí un paraíso, y les dio a Jesucristo, que les enseñó a sembrar maíz, hacer trabajar el barro con arte y cosechar varitas de coyote para los barriletes. Pero el diablo envidioso, vino y echó a perder el paraíso. Los Ajq'ij afirman que en Chinautla, está el ombligo del mundo. De ahí salieron todos los hombres, los dioses y los héroes de Guatemala y de América. Todo esto quedaba en la antigua Chinautla, por donde pasa el río, y por eso es que las mujeres alfareras no quieren salir de ese lugar bendecido, porque el día que lo hagan, el mundo se acabará.

Mixco, otro poblado poqomam, es vasto en riqueza de leyendas tradicionales, como las Casas de Entierros y la Llorona que aparece sollozando en sus calles empinadas. Dicen los Ajq'ij y los ancianos de Mixco que el Cerro Alux, en cuyas faldas se levanta el pueblo, está encantado. Se asegura que el señor del cerro Yuq'Alux, da dinero a quien sabe pedirlo, como a Tiburcio Sabaj (don Bucho), a quien el cerro le dio tanta plata que casi el solito reconstruyó el pueblo de Mixco después de los terremotos de 1917 y 1918.

También se narra en Mixco la leyenda de la Siguamonta, que es un pájaro de mal ag¸ero, que no puede volar y se parece a las sharas, pero es de color negro; su canto lúgubre anuncia la muerte, el cual parece venir del suelo. Este pájaro se llama en Poqon, pájaro del barranco. Los Ajq'ij dicen que Dios lo castigó por haber ahogado a sus polluelos en el río Pansalic, en Mixco.

También en Mixco es famoso, en el Manzanillo, la figura del Tronchador, personaje obscuro que quiebra en dos a hombres y animales.


En cuanto a los municipios de herencia kaqchikel, aseguran los contadores de historias Atzij Winaq, que el pueblo de San Juan y San Pedro son hermanos, se quieren mucho, y por esto están cerca. Pero San Juan y San Raimundo son rivales, porque aunque ambos son antiguos asentamientos prehispánicos, el patrono de San Juan (San Juan El Bautista) fue en su tiempo degollado, mientras que San Raimundo de Peñafort, aparece también degollado, en imitación al martirio de San Juan. Pero como los de San Juan son malos y solo ellos quieren tener una cabeza degollada, pueden ir a San Raimundo a "levantarse la cabeza de San Raimundo". Por eso la hermandad resguarda bajo la llave la cabeza de San Raimundo de Peñafort, para que no la encuentren los sanjuaneros.

En San Pedro Ayampuc se afirma que existen los brujos de la noche, que se convierten en animal, especialmente en gatos de monte, para robar las mazorcas de maíz y carne en las cocinas de las casas. En Chuarrancho, cuentan los Ajtzij Winaq, que existen los Rajawal Ak'a, espíritus que moran en los árboles y las montañas pero son malignos. Cuando pronuncian su nombre, se aparece inmediatamente "porque cree que lo han llamado" y la gente se enferma de susto.

En San José del Golfo se habla de cerros encantados y en Palencia del encanto de los cerros. En San Juan Sacatepéquez y en San Pedro proliferan las leyendas del origen del maíz, en los cerros cercanos, en tanto en San Raimundo y Chuarrancho, la Siguanaba asusta a los mujeriegos y en San Pedro Ayampuc no quiere a los borrachos. Así como en Chinautla se cree que la Siguanaba es un espíritu malo de la noche.

No hay comentarios:

Publicar un comentario