Son una serie de fuentes, piscinas abiertas y baños privados como hammams que están en las faldas del Volcán Zunil. El calor viene del volcán que calienta el agua. Esta sale hirviendo y hay que esperar un momento antes de poder meterte.
Las fuentes fueron descubiertas en 1902, y convertidas en baños municipales. Toda la población de Zunil llegaba a bañarse ahí. Quetzaltenango es una región fría y estas fuentes eran una bendición para el pueblo, que ya no tenía que calentar agua para lavarse. Hoy es un lugar más cuidado y turístico. La entrada cuesta 20 quetzales por persona. También hay bungalows donde te puedes quedar la noche. El entorno natural es precioso. Las fuentes cierran cuando hay demasiada lluvia.
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