jueves, 14 de octubre de 2010

ESTADIO MATEO FLORES


En 1948, cuando el país apenas se reponía de las secuelas que dejó el movimiento revolucionario de 1944, el doctor Juan José Arévalo Bermejo, primer presidente constitucional después de 14 años de dictadura, ordenó la construcción de la ciudad olímpica. La razón: Guatemala había aceptado ser la sede de los VI Juegos Centroamericanos y del Caribe.
El estadio Mateo Flores estaba en la lista de las instalaciones que serían construidas y en 1948 se iniciaron los trabajos, los cuales terminaron en 1950. Un día como hoy (24/02) fueron abiertas las puertas del estadio olímpico, como se le llamaba erróneamente, pues nunca fue la sede de una competencia olímpica.
A ese recinto deportivo también se le conoció como el coloso de concreto, y finalmente el nombre electo fue Revolución. Dos años más tarde, el atleta nacional Doroteo Guamuch Flores, conocido como Mateo Flores, ganó la Maratón de Boston, y en reconocimiento al logro que obtuvo las autoridades gubernamentales bautizaron el estadio con su nombre, que 60 años después sigue siendo el más grande de Guatemala. Si las paredes del estadio pudieran hablar contarían todos los momentos felices, amargos y polémicos que se han vivido en su interior, con la organización de eventos deportivos, remodelaciones y hasta la discusión porque hace un par de años estuvo a punto de pasar a manos mexicanas.
Su gramilla es natural y está rodeada de una pista de ocho carriles para las competencias de atletismo. Al principio la pista era de tierra, y luego fue colocada una sintética de tartán, que es la que actualmente tiene. Los graderíos están divididos en cinco sectores: el palco (que es la única sección que tiene techo), la tribuna, la preferencia, la general sur y la general norte. En la actualidad, el estadio tiene capacidad para 25,000 personas por las butacas que fueron instaladas. Hace 10 años su aforo era de 30,000, aunque antes de la tragedia de 1996 se reportaban ingresos de hasta 50,000 aficionados para los juegos de la selección nacional o los clásicos entre Municipal y Comunicaciones. sm.

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