Quien visita la Basílica de Esquipulas retorna siempre con adornos de colores en sus autos, o con los tradicionales sombreros que dieron origen al emblemático adorno colorido.
Cuenta la historia que antes, cuando solo se llegaba a pie o a lomo de mula, los visitantes llegaban por un lugar llamado Cruz Alta, donde había abundante musgo, pinares y vegetación de diversos colores.
Al viajar se tenía que cumplir un conjunto de tradiciones, un ritual de camino. Este ritual iba en relación con la fe, petición o agradecimiento del viajero, quien debía escoger la distancia que caminaría con una piedra sobre el hombro. El tamaño lo escogía también el penitente.
Cuenta la historia que antes, cuando solo se llegaba a pie o a lomo de mula, los visitantes llegaban por un lugar llamado Cruz Alta, donde había abundante musgo, pinares y vegetación de diversos colores.
Al viajar se tenía que cumplir un conjunto de tradiciones, un ritual de camino. Este ritual iba en relación con la fe, petición o agradecimiento del viajero, quien debía escoger la distancia que caminaría con una piedra sobre el hombro. El tamaño lo escogía también el penitente.
Quienes ya habían hecho la peregrinación y acompañaban al viajero que hacía la penitencia por primera vez, se adelantaban y adornaban Cruz Alta (una histórica cruz tallada en piedra) con musgo y paxte verde, frutas y flores para luego, seguir un ritual de penitencia donde se castigaban las piernas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario