El establecimiento educativo más antiguo de Guatemala ha sido el Colegio San José de los Infantes, fundado en 1781 por Cayetano Francos Monroy. En 1929 llegaron los salesianos a Guatemala, quienes se hicieron cargo del Infantes, pero, prefirieron atender obras propias como La Santa Faz (hoy Don Bosco) y la Divina Providencia. El Arzobispo Luis Durou y Sure gestionó ante el gobierno de Jorge Ubico la llegada de los Maristas, quienes se constituyeron en congregación en Guatemala, en diciembre de 1931. En lugar de los salesianos, los Maristas se hicieron cargo de la administración del Colegio de Infantes, el cual se encontraba en crisis, ya que desde 1896 no había graduado Bachilleres en Ciencias y Letras. Debido a que el calendario escolar vigente en tiempos de Ubico iba de mayo a febrero, los Maristas sólo lograron matricular 135 niños en la Primaria durante 1932. La Secundaria no pudo funcionar en ese año, ya que sólo se presentaron 6 estudiantes. (Vid: "Nosotros, los del Liceo", VV.AA. Libro en preparación.)
Los Maristas lograron ampliar la cobertura e imprimieron una nueva orientación al Colegio de Infantes, situación que llamó la atención de ciertos sectores ligados con la Curia Metropolitana, quienes resintieron el curso que tomaron los acontecimientos, sobre todo, a partir de la adquisición de un nuevo terreno para la ampliación del colegio, en el lugar que actualmente ocupan las instalaciones del Liceo Guatemala.
Si Monseñor Luis Durou dio amplias libertades a los Maristas en los años treinta, no ocurrió lo mismo en la década de los cincuenta con el Arzobispo Mariano Rossell Arellano, quien pareció resentir la ruptura de la tradición eclesiástica oficial que los Maristas imprimieron al Colegio de Infantes. No están claras las razones de los recelos de la jerarquía eclesiástica hacia los Maristas. Lo cierto es que se ha tratado de minimizar el aporte de estos en la sobrevivencia del Infantes. Lo importante es destacar que, gracias a los Maristas, el Infantes logró salir de su crisis, ya que de 1932 a 1952 la matrícula de alumnos se incrementó de 150 a más de 700.
Rossell Arellano notificó a los Hermanos Maristas que en 1952 sería el último año en que las instalaciones de la zona cinco llevarían el nombre de Colegio de Infantes, el cual, desde 1955, se denomina Liceo Guatemala, tanto Primaria como Secundaria. El nombre ya existía, en el colegio salesiano en Quetzaltenango. (Cf. Santiago Otero Diez. "Hermano Ángel Rodolfo Suárez, Marista. Semblanza Biográfica, 1907-2002", Inédito.)
El 7 de mayo de 1956, el Hermano Heliodoro Bravo sustituyó al Hermano Miguel Urbano en la dirección del Liceo. Al año siguiente se llevó a cabo la primera reunión para organizar la Sociedad de Padres de Familia, eligiéndose la primera directiva. Como presidente fue electo el doctor Alberto Destarac. En 1959 fue matriculado el nieto del Presidente Miguel Ydígoras Fuentes.
El 1 de mayo de 1963, el Hermano Julio Villasur fue nombrado director, en sustitución del Hermano Heliodoro, quien finalizó su período. Además, al poco tiempo también fue designado el Hermano Antonio García como director de Primaria (1964). La comunidad de Hermanos llegó a 30 integrantes. Al mes de que el Hermano Antonio García se convirtió en el director de Primaria, el arquitecto Jorge Pasarelli presentó los planos de Secundaria, construida en su actual ubicación. El 8 de septiembre de ese mismo año comenzaron la obra.
A principios de 1966 se separaron las dos comunidades de hermanos. En Secundaria fue designado como Director el Hermano Maximiliano. Primaria empezó a ser dirigida por el Hermano Antonio García. Todos los hermanos Maristas empezaron a vivir en su nuevo local. Al año siguiente se inauguraron los edificios de Secundaria. El acto fue presidido por el Presidente Julio César Méndez Montenegro y miembros de su Gabinete.
El 20 de diciembre de 1968 el Hermano Antonio García fue relevado por el Hermano Luis Pérez Arrivillaga en la dirección de Primaria. Seis meses después se autorizó la perforación de un pozo de agua. Al año siguiente viajó a Europa el Hermano Luis Pérez, quien fue sustituido por el Hermano Luis Narganes en la dirección.
El 21 de febrero de 1970 se inauguró la piscina semiolímpica, con un costo de Q. 15,000. En ese mismo año se dio la trágica muerte del Hermano Luis Pérez. Fue duelo general en la ciudad. Su sepelio fue muy concurrido. A los pocos días, el Hermano Miguel asumió, provisionalmente, la dirección de Primaria.
El 24 de septiembre del mismo año llegó la visita el Superior General de los Maristas, Basilio Rueda. El Hermano Heliodoro empezó a fungir como director de Primaria.
Al año siguiente, el Hermano Juan Prieto tomó la dirección en lugar del Hermano Heliodoro.
El 23 de octubre falleció el Hermano Maximiliano. Lo sustituyó el Hermano Ángel Carrodeguas. Al poco tiempo, el Hermano Teodosio tomó el cargo del Hermano Juan Prieto como director de Primaria. El Hermano Rubén Romo se hizo con la dirección de Secundaria en 1974.
En 1976 se dio el seísmo que sacudió a todo el territorio nacional, dañando la infraestructura del plantel. Ese mismo año se dio la trágica muerte del alumno Castillo Fernández en un accidente.
En 1978 el Hermano Jorge fue nombrado Director de Primaria. Al año siguiente, el Hermano Hilario Martínez relevó al Hermano Romo. En 1981, el Hermano Florencio Trigueros se hizo cargo de la dirección de Primaria en lugar del Hermano Jorge Muñoz.
El 10 de junio del 2007, la Comunidad educativa Marista sufrió un hecho de violencia al morir asesinado el Hermano Enrique Alberto Olano Merino, de 29 años, después de las celebraciones de los 75 años de presencia Marista en Guatemala. El Hermano Olano era el encargado de la Pastoral Juvenil del plantel y el trágico incidente enlutó a todos los estudiantes y ex alumnos.
Por su parte La Banda del Liceo Guatemala también cuenta con su propio Himno que se creo en 1995:
- "Liceo Guatemala
- Con polvo de oro
- tu banda se formó
- Por eso, cuando tocamos
- siempre lo hacemos recordando nuestro honor
- orgullosos, siempre adelante
- nuestro instrumento siempre sonará
- Liceo Guatemala
- con tu banda siempre triunfarás."
A través de los años, la Banda ha evolucionado en sus interpretaciones y es poseedora de un largo repertorio de marchas. Entre las cuales se encuentran: Guanaca, Respice Stellam, Caraleva, Triunfos y Glorias, 3-1, 5-10. Usualmente diversos comandantes e instructores han variado el nombre de varias de ellas para acoplarlas a las distintas generaciones.
En la actualidad, la Banda de Guerra mantiene su presencia en diversos festivales de bandas organizados por diversas instituciones educativas y los integrantes que desfilan cada 15 de septiembre mantienen el orden de las décadas pasadas, sin embargo se eliminaron la compañía de pelotones y las escoltas.
La Banda de Guerra se ha mantenido como el mejor representante de las actividades extraaula del Liceo Guatemala, ya que sin la perseverancia de sus alumnos integrantes y el apoyo incondicional de los Exalumnos que vistieron con honor su glorioso uniforme, la han llevado a mantenerse como su más alto estandarte. Sigue existiendo pese a todas las adversidades. En sus filas se han formado los mejores ciudadanos de Guatemala, quienes fieles a su tradición aprenden dentro de ella que la vida es un combate y que debemos de luchar diariamente con la ayuda de Jesús y con el apoyo en crecimiento espiritual de Nuestra Buena Madre y Recurso Ordinario La Santísima Virgen María educadora de Jesús en Nazareth y modelo práctico de la realización de la palabra de Dios. "Todos los integrantes y exintegrantes sabemos que nuestras armas son lo valores morales y espirituales transmitidos por los Hermanos Maristas a través de las enseñanzas de San Marcelino Champagnat."
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