El estudio, conducido por el médico John C. Cutler entre 1946 y 1948, fue destapado por la historiadora médica Susan M. Reverby, profesora de Estudios de la Mujer y de Género de la Universidad de Wellesley, Massachusetts.
Cutler pretendía averiguar si la penicilina podría ser utilizada para prevenir y no solo curar infecciones tempranas de sífilis, qué dosis podrían curar la infección, así como comprender el proceso de reinfección tras su curación, dijo Reverby en su artículo, publicado en el Journal of Policy History en enero.
De acuerdo con Reverby, Cutler y otros médicos utilizaron a un total de 696 individuos de la Penitenciaría Nacional de Guatemala, a soldados de un cuartel y a hombres y mujeres ingresados en el Hospital Nacional de Salud Mental para su experimento.
A ellos les fue inoculada la bacteria de la sífilis, bien directamente o mediante prostitutas en el caso de los presidiarios, para luego tratarlos; si bien “no está claro si todos fueron curados y no todos recibieron lo que incluso en ese entonces se consideraba un tratamiento adecuado”, puntualiza la experta estadounidense.
Cutler nunca llegó a hacer públicos sus experimentos, cuya información “solo circuló en selectos círculos del estudio de la sífilis”, agrega. El informe de Reverby, basado en documentos hallados en archivos de la Universidad de Pittsburgh, llegó a manos de las autoridades estadounidenses en junio y, tras ser estudiado durante 90 días, fue dado a conocer ayer.
¿Quién pagó? Francis Collins, actual director de Institutos Nacionales de Salud (NIH, en inglés), organismo estadounidense que pagó el estudio, tildó el hecho como “un atroz ejemplo en un oscuro capítulo de la historia de la medicina”.
La Oficina Sanitaria Panamericana, que luego se convirtió en la Organización Panamericana de la Salud (OPS), también financió.
“Lamentamos profundamente las violaciones éticas pasadas reveladas esta semana y nos comprometemos a cooperar plenamente (...), en particular con los Estados Unidos y Guatemala, para aclarar lo sucedido”, dijo la OPS ayer.
Collins dijo que quien era entonces secretario de Salud, Thomas Parran, parecía saber lo sucedido.
El secretario de comunicación de la Presidencia de Guatemala, Ronaldo Robles, afirmó: “No sabemos si hay archivos, porque pasó hace tanto tiempo. Pero tiene que haberlos, en el Hospital Militar, en el Hospital Nacional de Salud Mental, en la Policía... tiene que haber algo”. Conjeturó que “probablemente les dijeron que era una investigación médica, pero no que iban a infectar deliberadamente a los pacientes”.
Cutler también participó en un experimento en el que cientos de hombres negros con sífilis fueron observados sin recibir tratamiento, entre 1932 y 1972.
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