Chanclo de corcho, forrado de cordobán, muy
usado en algún tiempo por las mujeres.
En ese entonces era
un zapato antiguo que debe su nombre de la palabra árabe "chipin" que
era del material con el cual se elaboraban dichos zapatos y que en español
significa alcornoque.
Un poco de historia del zapato Chapín:
Una industria barcelonesa muy potente durante el
Renacimiento y el siglo XVII fue la de fabricación de chapines. Se habían hecho
populares en ciertas ciudades de Italia, así como en España, donde el sastre de
la Reina Isabel se quejaba de que los zapatos de un codo de altura (aprox. 40
cm.) de sus días estaban agotando la provisión de corcho de la nación. Pero,
además del punto de vista interno, los legisladores italianos observaron que,
al elevar a las mujeres tan por encima del suelo, se burlaban las leyes que
regulaban la cantidad de tela de un vestido limitando las colas que
arrastraban. Lo que realmente condenó los chapines fue sin embargo la amenaza
que estos constituían más como extravagancia moral que económica. Todo el mundo
observó la inmovilidad que producían en las mujeres, que se arrastraban
renqueantes sobre ellos, como si anduvieran sobre piedras. Aquí, lo que impedía
caminar eran los zapatos.
Las personas de esa ciudad llegaron a condenar la moda
porque “mujeres embarazadas, incapaces de sostenerse cuando caminan por la
calle con zapatos tan altos, cayeron y recibieron tanto daño que abortaron, en
perdición de un cuerpo y un alma”. Su contribución a la esterilidad y a la
perdición espiritual los hizo más apropiados para las prostitutas, a causa de
que convertía a las mujeres en meras figuras para exhibir, alejadas de la
función de vehículo de la reproducción social.